SUMARIO A LOS REGRESOS IMPOSIBLES
Amado:
¿Qué otro nombre después del tuyo?
¿Qué razón más encallada?
Contra todas las metafísicas
Contra toda la deconstrucción
Tu cuerpo, el mío, no hay “con”, no hay “junto a”
Ya. Tu cuerpo, el mío
Y ese expandirse de sirenas
Esa locura por el canto que desata
Al hombre más valiente de esta tierra
Amado:
Amárrate
Soy tus lazos
Tu fuerza débil
El mástil de proa que a tu piel sumerge
En un sueño
No es de ellas, amado, es mi canto el que debes escuchar.
Penélope:
No puedo dejar de perderme
Solo existo si me pierdo
Mis fuerzas escasean
La locura acecha con esa seducción
Que solo el recuerdo de tu cintura
Logra sujetar
Amado:
Véncela y funda a Occidente.
¿No es acaso suficiente recompensa?
Penélope:
¿Me has amado alguna vez?
Ulises:
Sigues llegando, pero muy tarde.
Amado:
¿Qué otro nombre después del tuyo?
¿Qué razón más encallada?
Contra todas las metafísicas
Contra toda la deconstrucción
Tu cuerpo, el mío, no hay “con”, no hay “junto a”
Ya. Tu cuerpo, el mío
Y ese expandirse de sirenas
Esa locura por el canto que desata
Al hombre más valiente de esta tierra
Amado:
Amárrate
Soy tus lazos
Tu fuerza débil
El mástil de proa que a tu piel sumerge
En un sueño
No es de ellas, amado, es mi canto el que debes escuchar.
Penélope:
No puedo dejar de perderme
Solo existo si me pierdo
Mis fuerzas escasean
La locura acecha con esa seducción
Que solo el recuerdo de tu cintura
Logra sujetar
Amado:
Véncela y funda a Occidente.
¿No es acaso suficiente recompensa?
Penélope:
¿Me has amado alguna vez?
Ulises:
Sigues llegando, pero muy tarde.
J. M.
Con este poema los invito a leer relatos del regreso de la literatura argentina en conexión con otras literaturas. El año próximo haré efectiva la convocatoria para un seminario que daré sobre este tema. Los extraño mucho.
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